Leo en Digilicious un post que me ha llamado la atención, y es el poder que el usuario final puede tener sobre una marca o producto. Resulta que Tropicana es una marca de zumos naturales muy extendida en Estados Unidos, se le ocurre cambiar el packaging de sus productos, resulta que los clientes que consumían esta marca consideraron que los nuevos envases eran feos y estúpidos; fue tal el revuelo que este descontento empezó a salir en medios escritos, fue tal la presión de la compañía que esta decidió volver al packaging anterior. Por supuesto la agencia de diseño (Arnell Group) perdió a un cliente para siempre.
Al final las conclusiones son muchas, el cliente americano es un poco estúpido ¿no importa más el contenido? Si es un producto que tu ya conoces y te gusta, ¿puede un cambio en el packaging, hacer que tu dejes de consumirlo? y si hay algo que gusta al cliente, para que cambiarlo.
Vía: Digilicious