Desde un principio, un trabajo puede ir a las mil maravillas, el cliente entiende lo que quieres hacer, valida tus prototipos, cobras sin retrasos ni demoras al final del desarrollo, muchas veces me he encontrado con este tipo de clientes/trabajos; pero os puedo asegurar que cuando un trabajo se tuerce, se tuerce de verdad, el cliente no te transmite nada a la hora de comenzar el desarrollo, tarda una eternidad en validar las diferentes fases del trabajo y encima al final tarda en pagar o directamente no paga.
¿Qué hay que hacer para encauzar a este tipo de clientes/trabajos? Minid.net explica magistralmente como debemos entender el proceso creativo y como debemos comportarnos en nuestra relación con el cliente:
- La regla de oro es saber distinguir que tu trabajo no es la manufactura, es la creación, solo eso
- El cliente no sabe que diseño quiere, dirige al cliente, tú eres el diseñador, probablemente si sigues 100% las directrices del cliente, acabaras creando un frankenstein.
- 1 diseño es una idea, si el cliente te pide 5 bocetos te está pidiendo 5 ideas, cobra por ellas.
- Cúbrete las espaldas. Cuando envíes un prototipo al cliente, pon marcas de agua o reduce las medidas del prototipo, aunque lo mejor es hacerle firmar al cliente un contrato o pedido para en caso de quedarse con los prototipos, puedas cobrarlos.
- Prueba todos los terrenos para lograr un cometido. Trata de simplificar todo para conseguir algo solido y elegante.
- No trabajes sin un contrato redactado de forma correcta y completa.
- Incluye en el presupuesto el material a utilizar (tipografías, fotografías etc.…).
- Cobrar el trabajo, esto parece algo obvio, pero puede llegar a ser lo más complicado.
Vía: Minid.net